Inmunoterapia
La inmunoterapia específica con alérgenos funciona administrando dosis repetidas de alérgenos, estimulando así una respuesta inmunitaria que conduce a la creación de tolerancia inmunológica. Es el único tratamiento que altera el curso de la enfermedad alérgica al tiempo que controla los síntomas y evita la progresión de la alergia.
La inmunoterapia específica con alérgenos es un tratamiento seguro y eficaz a largo plazo que se ha utilizado con éxito para la HIB, la atopia, la urticaria y la RAO inducida por alérgenos. También puede considerarse para el tratamiento de los temblores de cabeza y la laminitis inducidos por alergenos. Las tasas de éxito oscilan entre el 60% y el 84%. Pueden observarse mejoras en tan sólo 2 meses, pero debe evaluarse la eficacia del tratamiento durante un mínimo de 12 meses.
Tópicos y otros medicamentos
Para el control tópico pueden utilizarse sprays ectoparasitarios, aceites de baño y lociones. El aseo y el baño regulares ayudan a eliminar los alérgenos de la piel. El uso de agua fría en el baño rehidrata la piel, mejora la barrera epidérmica y favorece la vasoconstricción, lo que reduce la llegada de mediadores a la piel. Los champús deben seleccionarse en función del estado de la piel.
Los antihistamínicos, los corticosteroides, los antidepresivos tricíclicos o una combinación de ellos pueden ser eficaces para controlar el prurito y la urticaria. Sin embargo, los tratamientos sistémicos conllevan riesgos de efectos adversos indeseables como la laminitis. También existen limitaciones en su uso en deportes de competición.
