
Heridas y áreas de riesgo - Tratamiento y prevención
El tratamiento de las heridas es un aspecto crítico de la dermatología veterinaria, ya que las lesiones cutáneas en los animales de compañía pueden dar lugar a complicaciones como infecciones, retraso en la cicatrización y afecciones cutáneas crónicas. Tanto si la causa es un traumatismo, una intervención quirúrgica, úlceras por presión o trastornos dermatológicos subyacentes, el cuidado adecuado de las heridas es esencial para favorecer la cicatrización, prevenir el sobrecrecimiento microbiano y minimizar las molestias.
Además de tratar las heridas abiertas, también es importante abordar las zonas de riesgo, es decir, las regiones vulnerables del cuerpo propensas a sufrir lesiones, irritaciones o infecciones secundarias. Entre ellas se encuentran los puntos de presión, los pliegues cutáneos, los espacios interdigitales y las zonas quirúrgicas, donde la humedad, la fricción o la acumulación microbiana pueden retrasar la recuperación y provocar problemas crónicos.
Tipos comunes de heridas en animales de compañía
Las heridas en perros y gatos pueden clasificarse en función de su causa, profundidad y proceso de cicatrización:
- Heridas traumáticas agudas: Resultan de mordeduras, arañazos, laceraciones, abrasiones o traumatismos por objeto contundente.
- Heridas quirúrgicas: Incisiones limpias que requieren cuidados postoperatorios adecuados para prevenir infecciones y favorecer la cicatrización.
- Heridas crónicas o que no cicatrizan: A menudo asociadas a afecciones subyacentes como infecciones, úlceras por presión o enfermedades metabólicas.
- Quemaduras y ulceraciones: Pueden estar causadas por daños térmicos, químicos o relacionados con la presión, y requieren enfoques especializados para el cuidado de las heridas.
- Zonas de riesgo propensas al desarrollo de heridas: Ciertas zonas del cuerpo de una mascota son más susceptibles a las heridas, la irritación y las infecciones secundarias debido a factores como la fricción, la retención de humedad y la estructura anatómica:
- Pliegues cutáneos y arrugas faciales: Común en razas braquicéfalas, Bulldogs y Shar-peis, donde la humedad atrapada y las bacterias aumentan el riesgo de dermatitis e infecciones.
- Espacios interdigitales y almohadillas de las patas: Propensos a abrasiones, penetración de cuerpos extraños e infecciones bacterianas o fúngicas.
- Codos y puntos de presión: Los perros grandes y mayores corren el riesgo de desarrollar callosidades, higromas y úlceras por presión por estar tumbados durante mucho tiempo sobre superficies duras.
- Puntos quirúrgicos y heridas postoperatorias: Requieren un tratamiento cuidadoso para evitar la dehiscencia, la contaminación y el retraso en la cicatrización.
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Evitar que el animal se lama es crucial
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Disponemos de productos que favorecen tanto la piel como la cicatrización de las heridas
Estrategias clave para el tratamiento de heridas
El tratamiento satisfactorio de las heridas implica una combinación de limpieza, descontaminación, protección y estimulación del proceso de cicatrización. Un enfoque estructurado debe incluir
1. Limpieza y desbridamiento de la herida
- Limpieza suave con soluciones antisépticas no irritantes (clorhexidina, ácido hipocloroso o solución salina) para eliminar restos y bacterias.
- Desbridamiento mecánico o enzimático para eliminar el tejido necrótico y promover la cicatrización en heridas crónicas o infectadas.
2. Control de infecciones y protección antimicrobiana
- Agentes antimicrobianos tópicos (clorhexidina, sulfadiazina de plata, apósitos a base de miel) para prevenir la colonización bacteriana.
- Tratamientos antifúngicos cuando se sospeche una afectación por Malassezia o dermatofitos.
- Antibióticos o antifúngicos sistémicos, si es necesario, para heridas profundas o gravemente infectadas.
3. Cicatrización húmeda de heridas y protección de barrera
- Apósitos de hidrogel o hidrocoloides para mantener un entorno de cicatrización húmedo óptimo y favorecer la epitelización.
- Aerosoles y bálsamos protectores para proteger la piel delicada de contaminantes externos y promover la regeneración tisular.
4. Prevención y gestión de las zonas de riesgo
- Limpieza regular de los pliegues cutáneos con toallitas antisépticas suaves para prevenir el crecimiento excesivo de bacterias y levaduras.
- Productos hidratantes y de barrera para reducir la sequedad, las grietas y las úlceras por presión.
Selección de productos para heridas y zonas de riesgo
El tratamiento veterinario de heridas y zonas de riesgo debe incorporar productos que limpien, protejan y favorezcan la cicatrización sin comprometer las defensas naturales de la piel. Estos son los productos que conviene tener a mano:
Dermoscente Cicafolia®

...es un gel reparador cutáneo cicatrizante que forma una barrera protectora sobre las lesiones, favoreciendo la epitelización y la regeneración tisular.
CLX Wipes
...son unas prácticas toallitas limpiadoras listas para usar, diseñadas para ayudar a las mascotas con desequilibrios cutáneos. Enriquecidas con clorhexidina (antiséptico), climbazol (antifúngico) y Tris-EDTA, estas toallitas ayudan a mantener la higiene de la piel ayudando a controlar el crecimiento excesivo de microorganismos.
Perfectas para el uso diario en patas, pliegues cutáneos y zonas localizadas propensas a irritaciones o infecciones.
Dermocalmante BIO BALM®

...es un bálsamo profundamente hidratante y reparador para pieles secas, agrietadas o callosas. BioBalm ayuda a restaurar la elasticidad de la piel, por lo que es ideal para las almohadillas de las patas, los puntos de presión y las callosidades crónicas.
Su fórmula resistente al agua proporciona una protección duradera.