
Alergia alimentaria en los caballos
¿Su caballo tiene picores en la piel o molestias digestivas? Aunque las alergias ambientales y las picaduras de insectos son culpables habituales, las alergias alimentarias en los caballos son una causa de problemas crónicos que a menudo se pasa por alto.
Aunque no son tan frecuentes como otras alergias, las alergias alimentarias pueden provocar brotes cutáneos, problemas intestinales y bajo rendimiento.
¿Qué es la alergia alimentaria en los caballos?
Una alergia alimentaria es una reacción inmunitaria anormal a determinadas proteínas presentes en el pienso de su caballo. A diferencia de las intolerancias alimentarias (en las que no interviene el sistema inmunitario), las alergias alimentarias pueden desencadenar una serie de síntomas inmunomediados, como irritación cutánea, cólicos o inapetencia.
Estas reacciones pueden ser inmediatas (mediadas por IgE) o retardadas (mediadas por células). En cualquier caso, provocan una inflamación que puede afectar a la piel, el intestino o el bienestar general del caballo.
Los alérgenos alimentarios más comunes en los caballos son
- Cereales (avena, maíz, cebada, trigo)
- Soja
- Alfalfa
- Ciertas proteínas vegetales
Signos de que su caballo podría tener una alergia alimentaria
Las alergias alimentarias pueden manifestarse de distintas formas: a veces en la piel, a veces en el aparato digestivo, o en ambos. Si su caballo tiene problemas crónicos y recurrentes que no responden a los tratamientos habituales, la alimentación podría ser la causa principal.
Síntomas relacionados con la piel
- Ronchas o protuberancias (urticaria)
- Picor en la cara, el cuello o el cuerpo
- Calvas y lesiones cutáneas por roc
- Infecciones cutáneas recurrentes
Síntomas digestivos
- Episodios repetidos de cólicos leves
- Estiércol suelto o diarrea crónica Distensión abdominal o gases
- Pérdida de peso inexplicable a pesar de tener buen apetito
Otros indicios
- Letargo o disminución del rendimiento
- Comportamiento quisquilloso al comer
Cómo diagnosticar las alergias alimentarias en los caballos
No existe una prueba única que confirme una alergia alimentaria, pero un cuidadoso proceso de eliminación puede ayudarle a encontrar la causa. He aquí cómo abordarlo:
1. 1. Descartar otras afecciones
Su veterinario empezará por eliminar las causas más comunes como:
- Hipersensibilidad a las picaduras de insectos (p. ej., picor dulce)
- Alergias ambientales (polvo, moho, polen)
- Parásitos o infecciones fúngicas
- Úlceras gástricas o desequilibrios intestinales
2. Pruebe una dieta de eliminación (4-8 semanas)
- Elimine todos los alérgenos sospechosos de la dieta de su caballo.
- Cambie a una proteína nueva (que su caballo no haya comido antes), como proteína de guisante, altramuz o harina de coco.
- Utilice forraje alternativo, como timothy o teff, en lugar de alfalfa.
- Después de 4-8 semanas, reintroduzca lentamente los ingredientes uno a uno y controle las reacciones.
3. Considere la posibilidad de realizar pruebas de alergia
Las pruebas como PAX Horse Allergy Xplorer miden los anticuerpos IgE frente a proteínas específicas y pueden proporcionar pistas útiles para guiar su ensayo de eliminación.
Control de las alergias alimentarias en los caballos: Qué dar de comer
Una vez identificados los ingredientes causantes de la alergia, la clave está en evitarlos a largo plazo sin dejar de satisfacer las necesidades nutricionales del caballo. He aquí algunas estrategias de alimentación respetuosas con las alergias:
Nuevas proteínas y dietas hipoalergénicas
Utilice una única fuente proteica no reactiva, como:
- Harina de coco
- Proteína de guisante o altramuz
- Piensos sin cereales ni soja
- Heno de teff o timothy en lugar de alfalfa
Alimentación a base de fibra
Las dietas ricas en fibra reducen la carga alergénica y mantienen al caballo con energía:
- Pulpa de remolacha (remojada)
- Recolección de heno o cubos de heno remojados
- Variedades de heno sin leguminosas
Suplementos de omega-3
Los ácidos grasos omega-3 ayudan a reducir la inflamación y favorecen la salud de la piel.