Los trastornos de los riñones y el tracto urinario son comunes en perros y gatos. Se puede observar una amplia gama de signos clínicos como incontinencia, poliuria, polidipsia, anuria, hematuria entre otros.

La lista de posibles anomalías puede ser larga: insuficiencia renal aguda o crónica, enfermedades del glomérulo, cistitis, uretritis, urolitiasis, cistitis idiopática en gatos, uropatía/nefropatía obstructiva, tumores y enfermedades renales familiares. Algunos de estos trastornos pueden ser potencialmente mortales.

Se requiere un examen veterinario completo que suele incluir pruebas específicas como análisis de orina, análisis de sangre, radiografías, etc. Es importante tratar de diagnosticar la razón principal del trastorno urinario.